Llueven por doquier las peticiones no solo de asistencias sino hasta de fundaciones y Madre Soledad se ve forzada a disponer de las Novicias para cubrir tanta demanda.

Van para Valencia dos nuevas Hermanas. Por delicadeza y con la debida reserva, la Madre informa a Madre Gracia Vinuesa tanto de las cualidades que poseen como de las dificultades que les puedan salir al paso, dado el conocimiento personal que de ellas tiene.

A Jesús por María y José


A la Madre Gracia Vinuesa,
Superiora de Valencia

Madrid, 14 de julio de 1882.

Mi apreciable en Nuestro Señor Jesucristo Sor Gracia:
Salud en el mismo deseo. Supongo recibiría usted ayer una carta en la que le decía salía de aquí hoy una Hermana para ésa y desde ahí la mandaría usted a Carcagente para reponer la Novicia que vino. También la decía que si podía mandaría para ésa otra. Pues bien: al fin, dejando otros relevos para otra vez, la mando dos y al paso nos aprovechamos del tren barato, y usted puede hacer lo mismo, mandándome para más adelante las que estén para cumplir más pronto y tendremos unas y otras la ventaja de la economía y si pudiéramos mandar siempre profesas lo haríamos, pero Dios nuestro Señor sabe los apuros que pasamos con esto, porque sucede que cuando profesan cuatro, tenemos que disponer de seis. Ahora tenemos petición para cuatro fundaciones y no podemos dar palabra para ninguna.
De las tres Hermanas que van para ésa, ya le digo que una es para Carcagente y se llama Sor Carolina. La Navarra se llama Sor María Elisea y la profesa Sor Jerónima. Estas dos son para esa de Valencia. La Sor Jerónima es de buen espíritu y muy a propósito para las asistencias; sólo que la pobre sufrió mucho con el carácter de Sor B. y P. y de algunas otras más, en varias ocasiones en que la envidia y el descaro con sus consecuencias se desarrolla en ellas, y no dejan títere con cabeza, dejando heridos los corazones con sus déspotas palabras, tanto el de ésta como el de otras que no nombro, y desde entonces esta pobre Sor Jerónima, empezó a entristecerse y preocuparse algún tanto, pero si bien es verdad que ya está más animada, también lo es que no tiene aquella alegría de antes; y por lo que pueda suceder la digo a usted esto, como en reserva y para su gobierno, y obre usted con ella como le parezca, pero no la diga nada de esto, pues va ahora bastante animada y espero que en ésa desaparezca todo. Entre tanto usted ya me irá poniendo al corriente de ésta y de las Novicias que hay en ésa y de todas. La Novicia que va es de las que tomaron el Santo Hábito, pero que ya han estado asistiendo bastante tiempo. Basta por hoy que me he detenido mucho y me falta el tiempo.
Reciba usted expresiones de todas y dénselas a los señores consabidos, Padre Juan, Padre Tarín y recibiéndolas del Padre con las de ésta que en Jesús, María y José las quiere,

Madre Soledad Torres.