60.-A la Madre Gracia Vinuesa.- 24 de septiembre de 1886.
Trata esta carta el tema de la entrada de una joven inglesa que el Padre Juan recomienda y sobre la que el Padre Gabino pide más información. Madre Soledad, fina observadora indica a Madre Gracia la vía a seguir para avanzar en este terreno.
A continuación siguen unas líneas de familiar y entrañable comentario a las visitas que de Valencia le han llegado y de lo bien que se distribuyó cuanto con ellas Madre Gracia hizo llegar.
J. M. J.
A la Madre Gracia Viñuesa.
Superiora de Valencia
24 de septiembre de 1886.
Mi apreciable hija en Jesucristo Sor Gracia. Salud en el Señor:
Recibí la de usted, en que me hace saber en qué disposiciones están las pretendientas, tanto las que ya están en esa como las que están para entrar. También me dice a ver que la digo sobre la inglesita, a esto la digo que se esperaba contestación a la carta del Padre Gabino, pues como ya decía a usted, esperaba le contesten para ocuparse de eso, pues ya creo dije a usted que fue a consultar ese caso con el señor Nuncio de su Santidad, y le digo eso aparte de lo que en la carta decía, de manera que como no le contestan no se puede hacer nada, porque lo que usted me pone en sus cartas no es más que para nosotras, pero no para que se puedan dar y sirvan de testimonios. De manera que si usted comprende y ve que el Padre Juan es gustoso que entre, y por otra parte no tiene inconveniente en escribir al Padre Gabino acerca de esa joven y la carta, ya creo se tendría mucho adelantado. Ya creo comprende usted lo que es el Padre Gabino, y al ver que no le contestan a sus preguntas y encargos, supondrá que no se la puede admitir y así se entorpece más su entrada, conque vea usted lo que en eso se puede hacer y me contesta pronto.
También la digo que recibí sus visitas y las dos sandías, la primera por unas jóvenes, y se comió el domingo siguiente; y la segunda por una señora y una niña, que me dio un abrazo de parte de usted y una caja con bizcocho y dos rosquillas para la hermana, que ella misma se las dio, y cuya sandía se comió en el mismo momento en el refectorio.
Según sus cartas, la veo a Usted muy animada para venir. Ya la decía a usted en la mía que no la privaba de eso, pero que usted vería; y creo también en otra mía me parece la decía que a Sor Visitación pensaba mandársela una temporadita con pretexto de los baños que tanto ella desea tomar. Esta cria¬tura está descontenta.
No puedo más por hoy. Reciban expre¬siones de todas y dénselas a los Padres, y ustedes saben las quiere en Jesucristo, que la devuelve en el mismo abrazo.
Su afectísima en Jesús,
Madre Soledad Torres.