Esperando la respuesta de las Hermanas voluntarias, que no se hizo mucho esperar dado el ardor misionero que a todas las Siervas impulsaba,

Madre Soledad con fecha 13 de diciembre, cursa una carta al señor Vicario Capitular de Toledo informándole de la petición que ha recibido para realizar una fundación en Santiago de Cuba y los pasos que ha dado para juzgar las posibilidades con que cuenta para llevarla a cabo.
Dada la respuesta positiva del Arzobispado de Toledo, el 14 de febrero de 1875 salieron las expedicionarias de la Casa Madre, acompañadas de Madre Soledad y del Padre Ángel Barra, en medio del más grande entusiasmo por parte de la Comunidad por ser las primeras que iban a ultramar.


Ilustrísimo señor Gobernador Vicario
Capitular Sede Vacante del Arzobispado de
Toledo

Sor Soledad Torres, Superiora General de la Congregación de las Siervas de María Ministras de los Enfermos, con el debido respeto hace presente:
Que personas caracterizadas e influyentes de Santiago de Cuba, desean una fundación de siete u ocho Hermanas de esta Congregación, para asistir a los enfermos a domicilio en dicha población; se comprometen a costear el viaje; a darles casa e iglesia con todo el menaje necesario y atenderlas en los medios de subsistencia.
Ya ha habido anteriormente pretensiones de esta clase para dicho punto y se han desatendido por falta de personal; más ahora que se cuenta con éste, es más fácil acceder a la petición. He reunido con este objeto a las Hermanas que por Reglamento intervienen en el régimen de la Congregación y todas unánimes aceptan esta fundación. También he escrito a los establecimientos que tiene la Congregación, invitando a todas las Hermanas que llevan cuatro años de profesión, para ver si voluntariamente se ofrecen a pasar a la isla de Cuba, y parece que felizmente responden a la invitación.
En atención a lo que va referido: a su ilustrísima suplica se digne dar su superior permiso para que se realice dicha fundación; y al mismo tiempo, si la fundación es de aceptación, dé su ilustrísima comendaticias a favor de las Hermanas fundadoras, para el ilustrísimo señor Vicario Capitular Sede Vacante de Santiago de Cuba. Gracia que espero de la acreditada bondad de su ilustrísima, cuya vida Dios guarde muchos años.

Chamberí y 13 de diciembre de 1874

Sor Soledad Torres Acosta.