APERTURA DEL CENTENARIO DE LA MUERTE DE LA BEATA Mª CATALINA IRIGOYEN
En el Año 1878, Madre Soledad Torres Acosta, Fundadora de las Siervas de María, llega a Pamplona, procedente de Madrid, reclamada por el Sr. Obispo, don José Oliver para fundar en la ciudad una Comunidad al cuidado de los Enfermos.
María Catalina, conocía las diversas congregaciones que existían por aquel entonces, ella siempre había albergado en su interior el ser religiosa pero se preguntaba ¿Dónde podré realizar mis ideales?
Cuando se instalaron las Siervas de María en la Calle Salsipuedes, se acercó allá, María Catalina, para ver si podían necesitar su ayuda. Se sintió enteramente atrapada en aquella casa tan humilde, saliendo de aquel lugar con ganas de entregarse a los hermanos enfermos.
Continuó visitando a las Hermanas, hasta que, el día 31 de Diciembre de 1881, comenzó su andadura, como Sierva de María, siguiendo la llamada del Señor. Estuvo dos meses en la casa de Pamplona, pero tuvo que marchar a Madrid con el grupo de jóvenes del noviciado. Pronto se le presentó la ocasión de iniciarse en el cuidado de los enfermos, desplegando su bondad en derroches de caridad.
El día 12 de Marzo de 1882Toma el hábito de manos de Madre Soledad Torres Acosta, cambiando su nombre por el de Sor María de los Desposorios.
El día 14 de Mayo de 1883, Selló con su Profesión Temporal su entrega a Cristo. Emite los Votos de Pobreza, Castidad y Obediencia.
Madre Soledad repetía a las jóvenes: “sólo por ser Esposas de Cristo y disfrutar de su compañía, se puede elegir el ser Sierva de María Ministra de los Enfermos”.
Con la corona de azahar que la llevaría en su cabeza durante tres días el sacerdote le entregó en sus manos el Crucifijo, como sello de esta alianza con Cristo.
La Profesión Perpetua, la hizo el día 15 de Julio de 1889. El sacerdote celebrante le introduce un anillo en el dedo anular mano derecha, como señal de alianza perpetua con Cristo, mientras le dice: “Te desposo con Jesucristo, Hijo del más elevado Padre, para que te guarde ilesa. Así pues, recibe el anillo de la fe, signo del Espíritu Santo, para que seas llamada Esposa de Dios. Si le sirvieres con fidelidad, serás coronada eternamente”.
En Madrid pasará el mayor tiempo de su vida, sirviendo con amor a los enfermos, recorriendo las calles desgranando las cuentas del Rosario, para recoger algo de dinero en la suscripción, y así poder mantener la Comunidad, ya que las entradas eran nulas en aquel entonces y también ayudaban a los pobres, que eran muchos.
Pronto pasa el tiempo, la vida avanza en años y el día 10 de Octubre de 1918, muere santamente. Han pasado 99 años y en el día de hoy, celebramos la apertura del Centenario de su muerte, que, Dios mediante se celebrará el día 10 de Octubre de 2018.