Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial del Enfermo 2014 (Virgen de Lourdes, 11 febrero 2014)
La Iglesia reconoce en los enfermos “una presencia especial de Cristo sufriente”. Lo dice el Papa Francisco en su mensaje para la XXII Jornada Mundial del Enfermo, prevista el 11 de febrero, memoria litúrgica de Nuestra Señora de Lourdes, sobre el tema: “La fe y la caridad: también nosotros debemos dar la vida por los hermanos”.
Es un mensaje que contiene dentro de sí la esperanza “porque en el plan de amor de Dios, incluso en la noche del dolor se abre la luz de la Pascua “, y de coraje “para hacer frente a cualquier adversidad en su compañía, unidos a él”.
El Papa Francisco recuerda que Jesús tomó sobre sí la enfermedad y el sufrimiento, transformándolos a la luz de “una vida nueva en plenitud” que cambia las experiencias negativas en positivas. Así, pues, siguiendo el camino de Cristo, que se entregó por amor, también nosotros “podemos amar a los demás como Dios nos ha amado, dando la vida por nuestros hermanos”.
“La fe en Dios bueno – escribe el Papa – se convierte en la bondad, la fe en Cristo crucificado se convierte en fuerza de amar hasta el final e incluso a nuestros enemigos.
Acercándonos con ternura “a aquellos que están necesitados de atención -continúa el Papa- llevamos la esperanza y la sonrisa de Dios en las contradicciones del mundo”. Una generosa entrega a los demás que se convierte en el estilo de nuestras acciones. Y María es el modelo cristiano “para crecer en la ternura, en la caridad respetuosa y delicada”. “La Santísima Virgen, madre de los enfermos y de los que sufren, permanece “al lado de nuestras cruces y nos acompaña en el camino hacia la resurrección y la vida plena. “
“La Cruz “es la certeza del amor fiel de Dios por nosotros”, que “nos invita a dejarnos contagiar por este amor, nos enseña a mirar siempre a los demás con misericordia y amor, especialmente los que sufren, los que necesitan ayuda”. Por último, el Papa Francisco exhorta a vivir esta Jornada Mundial de los Enfermos “en comunión con Jesucristo” apoyando a los que cuidan de los enfermos y los que sufren.